Realizar pagos con teléfono móvil ha pasado de ser un método anecdótico a convertirse, para algunos usuarios, en un método de pago cómodo y fácil. La mayor confianza de los usuarios, la normalización de la oferta y la simplificación del uso generalizará el uso de este tipo de pago en el año 2017 entre los consumidores según un estudio.
Pero, ¿es seguro pagar con nuestro teléfono móvil? En este post te vamos a dar algunas claves respecto al pago con el teléfono móvil, despejando las principales dudas respecto al uso de este sistema.
CÓMO PAGAR CON EL TELÉFONO MÓVIL
Empecemos por el principio. No todos los smartphones son compatibles con este nuevo sistema de pago. Necesitamos que tanto el terminal como la SIM sean compatibles con NFC (Near field communication).
A partir de ahí, elegiremos la aplicación que utilizaremos para realizar pagos. En este sentido, operadores, fabricantes y banca se han puesto las pilas para desarrollar multitud de opciones.
Vodafone Wallet y Orange Cash son las propuestas de estos operadores de telefonía que sólo están disponibles para sistema Android. En el caso de las aplicaciones de bancos, la gran mayoría de las entidades ya poseen apps para pagar desde el móvil: Santander Wallet, BBVA Wallet, Bankia, Wallet, CaixaBank Pay, etc.
Los fabricantes de terminales tampoco han querido quedarse fuera de este reparto de comisiones bancarias. De este modo encontramos a Google con Android Pay y a Apple, con Apple Pay. Estos sistemas aún no están disponibles en nuestro país, aunque llegarán de forma inminente.
VENTAJAS: SEGURIDAD Y COMODIDAD
El pago con nuestro teléfono móvil puede hacer que, en el plazo de algunos años, nos olvidemos de llevar la cartera encima. La estandarización de los TPV contactless y la inclusión del chip NFC en los smartphones harán que este método de pago sea una tendencia en más de la mitad de los consumidores el próximo año.
En lo que respecta a la seguridad, el pago con teléfono móvil es, según los expertos de banca, más seguro si cabe que el pago con tarjeta de crédito. Esto es así ya que la información relativa al pago se almacena en el chip NFC y los datos de la tarjeta nunca salen de este chip, sino que se generan secuencias de números aleatorios en cada pago al comunicar el teléfono móvil con el TPV. Toda comunicación es electrónica. Además, la autenticación mediante huella dactilar suma un punto más de seguridad respecto al PIN.
INCONVENIENTES
Como toda tecnología que está implantándose, aún hay un largo camino que recorrer. El primer escollo que nos podemos encontrar con este sistema es que los terminales TPV compatibles no están instalados aún en todos los comercios de nuestro país. Se puede entender que en un plazo corto de tiempo puede estar disponible en una gran mayoría de establecimientos.
Por otra parte, encontramos el clásico talón de Aquiles de cualquier Smartphone: la batería. Al igual que con cualquier otra aplicación de nuestro terminal, si nos quedamos sin batería también perdemos la posibilidad de realizar pagos.
Por último, para personas poco organizadas, el hecho de llevar encima un método de pago como éste puede llegar a incrementar nuestros gastos. Para estos usuarios quizá sea mejor opción quedarse sin batería para evitar llevarse un susto a final de mes.