Tras el cierre del Congreso de Libreros celebrado en la Caixaforum en Sevilla el pasado viernes, a modo de resumen quisiéramos dar nuestra visión de lo que ha supuesto este Congreso.
Tras la puesta en común de los diferentes agentes del sector consideramos que era absolutamente necesario después de haber pasado 7 años del celebrado en Las Palmas de Gran Canaria. Ya que existe una gran convergencia entre todos los actores del sector: editores, distribuidores y libreros en tomar medidas para avanzar de una forma consensuada a nivel sectorial, para mejorar en resultados y en calidad de servicio hacia los lectores.
A pesar del repunte de ventas desde el 2015 hasta el 2017, las cifras no son del todo positivas ya que por tercer año consecutivo se cierra en negativo y aunque la apertura de las librerías cada vez es mayor pero venden menos libros. ‘Aún no ha salido del bache en el que le sumió la crisis’. comentaba Juan Miguel Salvador (Librería Diógenes)
Ponentes como Jesús Trueba ‘librería buena vida’ y Enrique Pascual resumieron en su ponencia los problemas actuales del sector: ‘no se sabe a dónde se quiere ir’. Un punto donde trabajar serías los canales de comunicación adecuados entre editoriales y las librerías. Se consideró que esa falta de empatía entre editores y libreros podía venir de esa falta de comunicación.
Destacar la gran cantidad de herramientas tecnológicas que dispone ahora mismo el sector, y sobre las que hay que seguir construyendo y que sirva de palanca para aumentar la fidelización de los lectores a las librerías: (Todostuslibros, Loslibrerosrecomiendan, Club Kirico, Zona Comic, Cegal en red, LibriRed )
Poner en valor las librerías con prescriptores y dinamizadores culturales. Su modelo de futuro está muy ligado a la experiencia de compra de los usuarios y que la cercanía a los lectores es su gran diferenciación respecto a las grandes plataformas de venta on-line. Planes de acción como agrupación de las librerías como el caso de las librerías estadounidenses en IndieBound, mejorando los tiempos de distribución o potenciando la compra entre libreros para no actuar como revendedores de Amazón.
También destacar las vías de apoyo por parte de las Administraciones públicas con la red de librerías y la necesidad de buscar un consenso en el modelo de comercialización del “libro de texto”.
Del papel de los medios de comunicación en el fomento de la lectura y de las librerías y las actividades gubernamentales en dicho fomento (por ejemplo el sello de librerías de calidad) y hasta incluso la planificación urbanística de las librerías como espacios culturales, como centros de actividades y lugares de encuentro.