Gracias a la creciente evolución de la accesibilidad a la tecnología, los medios y avances tecnológicos ya no están solo al alcance de las grandes compañías y corporaciones.
Hoy en día, casi cualquier persona puede tener acceso al desarrollo y puesta en marcha de iniciativas y proyectos a través de Internet.
En este contexto, es evidente que el comercio electrónico ya no es solo una alternativa para las grandes compañías y, actualmente, nos encontramos ante un universo online que ofrece a las pequeñas y medianas organizaciones infinitas posibilidades a la hora de aumentar sus ingresos a través de la venta en línea de sus productos y/o servicios.
Si nos centramos en los datos y cifras más relevantes que se han ido publicando en relación a este sector, el comercio electrónico (del anglicismo e-commerce) está experimentando un importante crecimiento en los últimos años, presentando una previsión de aumento de ventas que supera en cualquier caso el 10%.
Según publica Eurostat, el comercio online representa a cierre de 2015 un 17% de la facturación de las empresas de los países de la Unión Europea. La misma fuente asegura que, en el mismo año, el número de empresas que han recibido pedidos en línea en España ha experimentado el mismo ratio de crecimiento, situándose en el 17%.
Atendiendo a una reciente publicación del diario económico Expansión, que se hace eco de las estimaciones del Boston Consulting Group, vamos a por otro año record en España, en el que las ventas por Internet alcanzarán un volumen de negocio de 24.700 millones de euros (lo que triplicaría las cifras que manejábamos en 2009). Los factores principales que están favoreciendo este crecimiento en alza: el aumento de la población internauta, la mejoría de la confianza online y la mayor oferta disponible.
Un último dato a tener en cuenta: según un estudio del IAB (asociación de publicidad, marketing y comunicación digital en España), el gasto medio de un español en compras online es de unos 700 euros anuales, una cifra que, sin embargo, todavía se sitúa por debajo de nuestros vecinos en Europa.
Por lo tanto, para tratar de entrar en un sector en plena efervescencia y aprovechar el amplio abanico de oportunidades que ofrece la red, existen algunos aspectos clave que una PYME o autónomo no puede dejar de valorar si está tratando de impulsar su negocio
- El comercio electrónico proporciona la oportunidad de ofrecer productos y servicios en todo el mundo y, de ese modo, competir con las grandes empresas. El comercio online es un factor imprescindible para el crecimiento de las empresas en un entorno cada vez más globalizado y competitivo.
- Las actividades y las transacciones con los clientes se gestionan por vía electrónica, lo que proporciona al empresario una gran cantidad de información, tanto sobre el acto de compra como sobre la visualización de productos. Esta información puede resultar muy útil para determinar el inventario adecuado o incluso a la hora de analizar la incorporación en el catálogo de nuevos productos o servicios adaptados a las demandas de los (potenciales) clientes y usuarios.
- Las tiendas online implican una significativa reducción de costes. La no necesidad de disponer de un espacio físico o de personal de venta supone una importante reducción de los costes asociados a la puesta en marcha o mantenimiento de cualquier negocio. Con el valor añadido de que una tienda online siempre se moverá en un entorno global, a diferencia del mercado local o target condicionado por la localización limitada de una tienda física.
- 24/7/365 en cualquier rincón del mundo: No hay mayor ventaja que poder contar con un negocio disponible de manera online todos los días del año, en cualquier lugar del mundo, para tratar de hacerse un hueco en el actual entorno competitivo.
Por lo tanto, abrir el negocio a Internet puede favorecer la internacionalización de la empresa, mostrando tu empresa a más clientes y nichos de mercado, al mismo tiempo que brinda una magnífica oportunidad para comenzar a impulsar diferentes estrategias de exportación.
Si eres una PYME o te has embarcado en la puesta en marcha de tu propio negocio, el comercio electrónico puede brindarte una oportunidad de crecimiento con una inversión mínima.