El mundo de las Tecnologías de la Información (TI) ha estado marcado en su historia por grandes “revoluciones” o cambios de paradigma, la más importante de la cuales ha sido Internet. No obstante, si analizamos la reciente irrupción del modelo de Cloud Computing, vemos que no representa tanto una revolución del “qué”, sino más bien de la evolución del “cómo”. Es decir, la evolución en la forma de ofrecer servicios de computación, consumirlos, provisionarlos, modificarlos, eliminarlos, contabilizarlos, facturarlos, contratarlos etc.
Pero lo que realmente posiciona al Cloud como una disrupción y una nueva era son los posibles beneficios de unas economías de escala sin precedentes así como la democratización tecnológica. El Cloud permite a los usuarios de TI poder obtener “lo que quieran, como quieran y cuando quieran”, además de proporcionar una gran oportunidad de acceso a las tecnologías más novedosas y actualizadas.
Aunque existen múltiples definiciones de Cloud Computing una de las más completas y ampliamente difundidas es la elaborada por el NIST (National Institute of Standards and Technology) del departamento de comercio de EEUU:
“Cloud Computing es un modelo de prestación de servicios que permite acceso vía red a un conjunto configurable y compartido de recursos de computación (p.ej. servidores, almacenamiento, redes telemáticas, aplicaciones y servicios) de una forma conveniente y bajo demanda, pudiendo ser aprovisionados y liberados con unos mínimos esfuerzos de gestión o intervenciones del proveedor del servicio.”
Según un reciente informe de IDC el mercado español se encuentra a las puertas de una era de inversiones en Cloud. Una de cada tres empresas familiarizadas conceptualmente con Cloud ya la utilizan, destacando entre sus ventajas el uso eficiente de los activos TI, una mayor agilidad para lanzar servicios nuevos y una mayor eficiencia en costes. Se estima que este mercado ha alcanzado en 2011 en España los 217 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 42% respecto al año anterior.
A nivel mundial, algunos analistas estiman que en 2012 el tamaño del negocio Cloud empresarial pueda llegar a los 60.000 millones de dólares, creciendo un 26% respecto a 2011, llegando a representar aproximadamente al 10% del mercado global de servicios de TI y software para empresas.
El mismo estudio cifra en 110.000 millones de euros el valor económico que generará la adopción Cloud Computing para España entre 2010 y 2015, lo que representará en los últimos años un porcentaje superior al 2% del PIB, mayor que en las principales economías de la UE.
Cloud Computing permitirá a las empresas a ser más ágiles, competitivas y eficientes ya que les facilita acceder a las tecnologías más avanzadas de manera rápida y escalable, sin necesidad de grandes inversiones, lo cual reduce el time to market y permite aprovechar todas las oportunidades de mercado. Los beneficios se cifran no solo en ahorros económicos por la racionalización de costes TI sino también, en los derivados de la eficiencia tecnológica, de la agilidad en la adopción de nuevas soluciones y del aprovechamiento de nuevas oportunidades de negocio.
Pero la revolución va más allá. La reducción de ciclos tecnológicos hace que la tecnología se quede obsoleta antes de que las inversiones hayan sido amortizadas, lo que convierte al Cloud Computing como el modelo más adecuado para la mayoría de las entidades que busquen estar siempre actualizadas sin sobrecostes. Solamente aquellas compañías que alcancen grandes economías de escala, podrán asumir los costes de una rápida renovación.
Cloud Computing no es una opción de futuro, es el futuro.
Fuentes: AMETIC – ETICOM
Pingback: La Escuela internacional de gerencia de Granada visita Cloud Center Andalucía. - CCA
Pingback: Cloud Expo Europe 2014 | Blog Grupo Trevenque